jueves, 13 de febrero de 2014

HABLAR POR HABLAR

Uno de los primeros recuerdos que tengo al empezar la carrera es que me advirtieron de que aborrecería los telediarios y a los periodistas. Años después, habiendo terminado la carrera y empezado este loco mundo de las oposiciones, pienso lo mismo. Si bien los periodistas hacen su labor de informar no es menos cierto que no siempre de la mejor manera las patadas a los tecnicismos jurídicos daría para hablar y mucho. Y es que en general te encuentras casi a diario a gente que habla y dentro de esta gente que habla siempre están quienes lo hacen con fundamento y conocimientos muy loables y quiénes no. Al final decides hacer oídos sordos para evitar que "se te lleven los demonios", pero desde aquí daré mi humilde opinión.

Todo el mundo habla del derecho a la libertad de expresión ignorando que pugna con el derecho al honor. Yo no puedo ir a casa de alguien e ir poniendo por el portal y/o vecindario "lindezas" sobre su persona amparándome en mi súper derecho a expresarme libremente. La libertad ideológica (para bien o para mal) junto con los dos anteriores derechos mencionados están recogidos en ese texto que los políticos usan para limpiarse el culo (ups) se pasan asiduamente por alto pero que los ciudadanos de a pie debemos respetar por el bien de nuestra convivencia.

Que la mala actuación de unos cuantos miembros de la institución jurídica no significa que todos sean así. En los informativos solo se mencionan a Jueces y Fiscales que instruyen o están en procesos de gran amplitud mediática pero no son los únicos. NO se puede generalizar por la mala actuación de algunos que la justicia está corrupta, prueba de ello son las cada vez más sentencias imponiendo responsabilidad a los bancos. 

La entrada me ha salido más larga de lo que esperaba, pero sino la escribía no me quedaba a gusto...

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